El tenis es una disciplina de mucho esfuerzo, de trabajo físico, de incontables horas en pista y en gimnasio, pero también de mucha inteligencia; un deporte que demanda enormemente al atleta para poder triunfar en una voraz competición. Pero más allá de ello, la eficacia del trabajo también llevará al profesional de la raqueta a mejores resultados.
Precisamente sobre este tema ha escrito nuestro Director, José Altur, quien se estrenó como columnista en la web “industriadeltenis.com”, donde ha expuesto una parte vital del trabajo, compartiendo una fracción de su experiencia en sabias palabras que seguramente se quedarán en la mente del jugador, y sobre todo, en la de cualquier entrenador.
“Quería hablar sobre el entrenamiento duro, sobre el trabajar duro, creo que muchos entrenadores se equivocan, no es solo duro sino bien”, resalta de entrada Altur. “Conozco un sinfín de jugadores que lo dieron todo en la pista y jamás llegaron. Intensidad, atención, concentración; eso siempre debe prevalecer, pero hace falta algo mas y es ‘saber que tenemos que entrenar’ (siempre hablo de nivel competición alto, Futures, Challengers)”, agrega.
Altur enumera la infinidad de golpes que componen el juego para destacar la complejidad que posee y lo sumamente complicado que es para un profesional asimilar tal cantidad de información, de procesarla para ser un tenista como Federer o Safin, dos iluminados que escalaron a lo más alto gracias a un coeficiente intelectual único.
“El resto de los mortales, no estamos preparados para hacer correctamente todo lo que pretende el entrenador”, confiesa José Altur. “Así que mi idea siempre ha sido coger lo que creo que le conviene al jugador y trabajarlo; resumirlo en cinco cosas más o menos, y ser extraordinarios en esas cosas elementales, pero esenciales. Con esta idea siempre tendremos una ‘mejor selección de tiro’ y será más difícil que ‘nos caguemos’, pues siempre hacemos lo mismo y no dudamos.
En los momentos calientes de un partido necesitamos tener las cosas claras, quitar opciones y ese ha sido uno de mis trabajos con los jugadores que he llevado. Resumiendo y tomando prestado del refranero, que como siempre, es sabio: ‘Aprendiz de mucho, maestro de nada’”, agregó quien ha trabajado con tenistas como Marat Safin, Taro Daniel, Igor Andreev, y actualmente con Timofey Skatov.
José Altur, quien suma casi dos décadas como “coach”, resume en un recuerdo a lo que debe apuntar la sociedad “entrenador-jugador”, un momento que reveló el camino que se debía seguir. “Una vez entrenando con Alberto Berasategui, falló una bola de revés paralelo buscando mi revés de zurdo y la fallo, y comento que malo era en esa situación y su entrenador, Javier Duarte, le dijo: ‘Ni la tienes, ni la tendrá ni la entrenarás, ya harás lo posible para no tener que hacerla’”, revela.
En muchas ocasiones un tenista profesional se enfoca en mejorar aquellas debilidades que existen en su juego, de mejorar las fortalezas que lo llevan a triunfar, de practicar miles de veces un golpe para ser el mejor, pero pocas veces se piensa realmente lo que se tiene que hacer, razonamiento que ha quedado resumido en la pregunta final del director de Lozano-Altur Tennis Academy en su texto en “industriadeltenis.com”: “Entonces, dejo una pregunta en el aire: ¿Qué es lo que tengo que entrenar?”, concluyó José Altur.